¿Yo que puedo decir de vos? , sos un idiota y eso lo
demuestras a cada segundo. Fácil te puedo odiar, odiar hasta la muerte y querer
que vivas sufriendo, pero sos un idiota, con eso te basta.
Verás, yo no te voy a buscar ahora que te has ido, lo
supieras si me hubieses escuchado en vez de callarme con ese beso viejo y
torcido y mal hecho, pero entiendo tu elección. A veces a mí también me gusta
besar hojas de árboles y gotas de agua.
Ya van tres días de lluvia sobre este techo de zinc, pero al
menos no me mojo si esquivo las goteras. A vos no te importa, yo sé que no te
importa, pero quizá lo que ocurre es que esta carta es para mí, para dentro de mí,
para allá donde vos estas: grabado detrás de mis ojos. A veces no te vas ni en
los sueños.
Llueve grandísimo idiota, llueve a cantaros, a chorros y
cada gota hace ruido, hace escándalo, hace vacío. Y moja la maleza que crece
como loca y que luego enfurecida tendré que cortar. ¿Por qué te has ido?, ¿ Sabés
que sos un bobo y que no estoy sola? ¿Sabés que estoy viva y que te creo medio
muerto desde que te vi reír?
Uno muere un poco cuando rompe un corazón, y revive la mitad
si pide disculpas. Tú moriste completo y
hace rato. Pero el tiempo no te entierra, la lluvia te revive y yo busco
matarte amor, y no te acabas, tu risa vuelve a hacer brillar mis ojos. Fácil puedo
odiarte, pero no puedo, con ser eso que eres te basta
Ahora siembro plantas a ver si crecen, en materos, en floreros
bonitos y medio partidos, si las siembro en el suelo crecen desenfrenadas, sus raíces
se hacen profundas, sus hojas grandes y empiezan a creer que son libres. Pero no es bueno confiarse de la vida. La lluvia
las ayuda y le corto las hojas de vez en vez no se para que
No hay comentarios:
Publicar un comentario