publico lo que quiero decir.. simple, no?

@tatizula



martes, julio 16

Mi capitulo de Rayuela en un fin de semana lluvioso

¿Yo que puedo decir de vos? , sos un idiota y eso lo demuestras a cada segundo. Fácil te puedo odiar, odiar hasta la muerte y querer que vivas sufriendo, pero sos un idiota, con eso te basta.
Verás, yo no te voy a buscar ahora que te has ido, lo supieras si me hubieses escuchado en vez de callarme con ese beso viejo y torcido y mal hecho, pero entiendo tu elección. A veces a mí también me gusta besar hojas de árboles y gotas de agua.

Ya van tres días de lluvia sobre este techo de zinc, pero al menos no me mojo si esquivo las goteras. A vos no te importa, yo sé que no te importa, pero quizá lo que ocurre es que esta carta es para mí, para dentro de mí, para allá donde vos estas: grabado detrás de mis ojos. A veces no te vas ni en los sueños.

Llueve grandísimo idiota, llueve a cantaros, a chorros y cada gota hace ruido, hace escándalo, hace vacío. Y moja la maleza que crece como loca y que luego enfurecida tendré que cortar. ¿Por qué te has ido?, ¿ Sabés que sos un bobo y que no estoy sola? ¿Sabés que estoy viva y que te creo medio muerto desde que te vi reír?

Uno muere un poco cuando rompe un corazón, y revive la mitad si pide disculpas. Tú moriste  completo y hace rato. Pero el tiempo no te entierra, la lluvia te revive y yo busco matarte amor, y no te acabas, tu risa vuelve a hacer brillar mis ojos. Fácil puedo odiarte, pero no puedo, con ser eso que eres te basta

Ahora siembro plantas a ver si crecen, en materos, en floreros bonitos y medio partidos, si las siembro en el suelo crecen desenfrenadas, sus raíces se hacen profundas, sus hojas grandes y empiezan a creer que son libres. Pero  no es bueno confiarse de la vida. La lluvia las ayuda y le corto las hojas de vez en vez no se para que

Ya sé que no te importa,  pero llueve fuerte, fuertísimo, y ya casi se ahogan… también se parten sus hojas. Y no quiero botar otra lágrima, creo que se me está olvidando como jugar.

martes, junio 18

She walks under the Street

Debajo del asfalto, por allí camina. No por encima, pues suele sentirse descubierta,va por debajo, como las hormigas y los bichos. Pero al menos toca tierra. Ya todos sabemos lo que hay arriba: apariencias… mariposas volando que le causan fobia, nubes azules con formas raras, autos hermosos que van a velocidades increíbles, gente caminando, una que otra persona que se atreve a mirarte a los ojos.

Arriba hay muchos corazones rotos, como el de ella, y gente dispuesta a romperlos como el, como ese escarabajo negro, horrible y  regordete de ojos café. Arriba esta la especie humana, pero la humanidad esta difícil de encontrar, solía estar la tierra, el polvo, los hilitos verdes saliendo de ella: hojas, puntiagudas, redondas cuadradas, tréboles para los suertudos. Pero ya ni se puede tocar el suelo.

Por eso camina debajo de él: corre de prisa a esa curva en la que termina el mundo, se detiene frente a ella, pone su mochila a un lado, se agacha y por una pequeña orilla donde empieza la división de lo falso y lo concreto, del cemento y el polvo, se arrastra, empuja el morral hacia adentro. Unas cuantas brazadas más y se pone de pie… Andando.

Ah! Ese mundo común que huele a tierra mojada por la lluvia, a perfume de rosas, a libros guardados. Los sentimientos corren como locos, como niños, jugando siempre y  chocan contra ella,  la estremecen de vez en vez, las pasiones desenfrenadas y autómatas, generan sismos y conmociones, los sueños son el medio de transporte, la felicidad un abrigo de remate, las esperanzas regalan besos en la mejilla y el amor en los labios. El amor, ese anda atravesado por todos lados, pero no estorba, regala abrazos.


Ella camina debajo del asfalto, se mueve, funciona, existe bajo el cemento y el maquillaje, y la ropa de moda… camina junto a las hormigas                                                                                                           que casi nunca la ven por lo ajetreadas que andan. 

domingo, abril 7

Yo también soy pueblo


Es así, yo también formo parte del pueblo de Venezuela. Y el hecho de no formar parte de un grupo mayoritario no me hace menos ciudadana que el resto. Estamos en una época de democracia donde cada quien es libre de expresar lo que le plazca. Y he aquí mi anuncio: con mucha valentía me declaro opositora.

Si, con valentía, porque declararse en contra de este sistema de gobierno implica un riesgo de desempleo en este país  ya que al ser futura docente, dependería del ministerio, donde debes vestirte de rojo para obtener un cargo de docente. Implica que no tendré beneficios, becas, pensiones, y lo mas sorprendente de todo, implica que no soy pueblo, aunque nací aquí en el hospital de valencia, que soy escuálida aunque mi peso sea saludable, que soy "de apellido" aunque mi mayor herencia sean unos LP de Willie Colón, que soy burguesa aunque tengo el mismo Nokia desde 2010 y que soy majunche ( léase mediocre) aunque sea estudiante de la Universidad de Carabobo por mérito académico.

Resulta que no soy pueblo. Que pueblo son 8 millones que pueden pasar por encima de ti por ser mayoría y que 6 millones de personas no existen, que no quieren a su patria y que son traidores a la soberanía. Resulta que decimos mentiras, que nos dejamos manipular por los medios, que creemos en las cadenas del pin y que somos pitiyanquis aunque de Yankee no tenga ni el nombre, y si en algo soy traidora a la patria es en mi atracción descomunal hacia Chris Evans en "Capitán América", algunos me entenderán.

Chavista, no eres más que yo. No señores, yo también soy pueblo, y quiero tanto a mi país como lo hace cualquier otro ciudadano de aquí sin diferencias políticas. De nada vale presumir de nuestra democracia si vamos a insultar y descalificar a quien piense diferente. Porque sí, pienso diferente a esos 8 millones de personas de determinado color, pienso que este gobierno revolucionario ha agotado todos sus recursos y ya no tiene nada nuevo que ofrecerle al país, y pienso que Venezuela necesita que el verbo mas nombrado en el discurso opositor se haga acción: CAMBIO. Quiero que la Venezuela bonita que todos soñamos sea mas que un discurso cargado de nacionalismo y de promesas incumplidas.

Quiero que la realidad social, estructural y funcional de mi país se parezca mas a ese montón de palabras conque la describen, que los principales entes del país de verdad funcionen y que cese la corrupción: el tan inútil sistema educativo en esta sociedad de anti-valores, el impune sistema judicial en la nación de los 1500 muertos, el ministerio de energía eléctrica en esta inmensa red de apagones, de iguanas corta-cable y de represas secas, el de agricultura en este país de productos importados... y pare de contar.

Quiero un cese a la delincuencia, a la corrupción, al monopolio gubernamental, a la escasez, a la inflación, a la invasión cubana, a la miseria hospitalaria, a la insalubridad, a los huecos y autopistas sin alumbrar, a los apagones, a la educación de mala calidad, al partidismo, al lenguaje de odio, de división... Ya basta, merecemos un cambio y hay que salir a buscarlo.

Tengo mis bien escasos 20 años, donde hay mas sueños que experiencia. Apenas 6 viví  sin el chavismo, y en ese primera infancia - solitaria y de lectura,  por cierto- recuerdo haberme montado en un autobús a las 8 de la noche con mis padres camino a una fiesta, sin el mas mínimo miedo. Recuerdo que lo que mi viejo ganaba alcanzaba para el mercado de una familia de 7 personas. Recuerdo que se respiraba futuro, sueños, que no había dudas para sacar una carrera universitaria porque ese era el único medio de superación, recuerdo esperanza. Y, aunque puede que me deje llevar por mis recuerdos infantiles donde el razonamiento apenas comenzaba a llegar, se que pudimos ir un 31 de diciembre a una plaza a festejar el año nuevo sin salir baleados ni morir en el intento.

Pero mas allá de los recuerdos, del pasado que a lo mejor fue peor de lo que escasamente queda en mi memoria, pienso en el futuro, en el progreso, en la paz, en una sociedad sana y no cargada de patologías como descubro cada día en clase, pienso en la inclusión... y no de pobres con ricos, no. Sino de ciudadano con ciudadano. De chavista con opositor.

Que "Por estas calles" pierda vigencia, que se acabe la pobreza tanto mental como estructural. Ya basta. Necesitamos un cambio. Quiza Henrique Capriles no pueda con todo esto, quizá logre la mitad, menos de la mitad.. pero al menos, tendremos a un presidente distinto, con una visión distinta que se encamina hacia el progreso, un cambio.

Ya basta de lo-mismo, de culpar al norteamericano, al escuálido, a las iguanas. Vamos a actuar, vamos a buscar la acción por encima del verbo, vamos a votar. Yo el 14 de abril voto por Henrique Capriles Radonski. Me declaro opositora, ya no puedo mas con este país que me pesa, que mata las ilusiones, hemos tenido suficiente. Yo también soy pueblo, yo también soy Venezuela y tanto mi voto como mi opinión se respeta.